Coche exclusivo o juguete para adultos, el Spider de Renault está más cómodo en circuito que en carretera abierta. Cuando el especialista Power System se interesa por esta versión "salta viento", ¡prepárese para despeinarse!

Nuestras Impresiones :

Conducir un Spider, es divertido. Cabello al viento, en contacto directo con el asfalto, hasta un piloto inhibido se pica rápidamente. En cambio, "probarlo", es fantástico. Agarrar el V-Max es como poner voluntariamente la cabeza en una lavadora, y ejercitarse a la salida cronometrada es una prueba para las cervicales... Con esta versión Power System, el postulado es aún más convincente. Mayor par abajo, mayor rabia arriba, el 4 cilindros de los Clio Williams y otros coupés Megane ganan en todos los niveles, para un mayor placer. En los mismos regímenes que en origen, la potencia aumenta en 11 CV y el par en 1 mkg. Es poco, pero suficiente para conseguir marcas imponentes. A pesar de que las recuperaciones no estén transfiguradas, ya que se trata de un multiválvulas atmosférico, éstas muestran la docilidad de la bestia desde las 3.000 r.p.m. En cambio, en cuanto a la aceleración, ¡qué pasada! Al superar las 4.500 r.p.m, la aguja del cuentarrevoluciones despega y viene a topar el ruptor fijado a 6.900 vueltas. A la velocidad máxima, 222 en el contador, el campo de visión se enturbia pero el resultado está ahí, con un bonito 212 cronometrado. Agarrado al suelo, el Spider preparado por Power System ofrece rabia y placer. Por menos de 2.500 francos, la caja POWER SYSTEM es una compra imprescindible.