En la versión 2.2 HDI, el 406 da mucho par, genera émulos y afortunados. Pegado a la carretera, el Peugeot le viene bien una ayudita.
Nuestras Impresiones :
¡Cuidado que quemo! Más bien flexible que virulento,
el 406 dotado con el 2.2 HDI de 136 CV destila un placer real de
conducción cualquiera que sean las condiciones de circulación.
Muy silencioso, sin el menor tirón en la transmisión, entre las
manos de Power System, el 406 pasa a 164 CV y 37 mkg de par. Valores
respetables que dejaban, antes del ensayo, presagiar prestaciones
considerables. Cronómetro en mano, el balance es aún mejor. A la curva
de la versión de serie, Power System añade una punta de agresividad que
el excelente chasis digiere sin problemas. Potente desde los más bajos
regímenes, la mecánica juega los elásticos gigantes y conserva el carácter
lineal propio al motor original.
Las aceleraciones son tales que el 406 puede sin vergüenza alinearse frente
a los modelos de gasolina de la gama, marcando un fabuloso 29,8 en los 1000 m
cronometrados. En recuperaciones, más de lo mismo: la versión de serie queda
superada, handicap que no podrá recobrar en velocidad de punta, marchando la Power
System a 215 km/h tanto en llano como en cuesta. Es su mayor calidad: el fuelle
disponible permite estabilizar la velocidad cualquiera que sea el relieve, pero,
sin embargo, sin gravar el consumo o el confort acústico. Un éxito total.
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Características del motor
moteur |
Serie |
POWER
SYSTEM |
Potencia |
136 Cv a 4 000 rpm |
164 Cv a 4 100 rpm |
Par |
32 mkg a 2 200 rpm |
37 mkg a 2 000 rpm |
Velocidad máxima |
202 Km/h |
215 Km/h |
1 000 m D.A. |
32,8 s |
29,8 s |
80 à 120
en 4ème |
8,5 s |
6,7 s |
80 à 120
en 5ème |
11,2 s |
8,9 s |
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